La idea de adelgazar comiendo menos calorías se basa en un principio universal que dice que para vaciar algo tienes que meter menos y sacar más… de lo que sea.
Parece de cajón, pero si tú decides aplicarlo comiendo menos calorías y moviéndote más para perder 5 o 10 kilos en 5 o 10 semanas… siento decirte que no te va a ir bien.
Lo que de verdad va a ocurrir es que la primera semana perderás algo.
En la segunda menos, y en la tercera menos aún hasta que te estanques en tu peso mucho antes de llegar a tu meta.
Y pasando hambre y malestar. Y cuando abandones la dieta volverán muy pronto todos los kilos perdidos y puede que alguno más extra.
Y tú te preguntarás ¿Qué he hecho mal?
Y la respuesta es la dieta.
Porque tu cuerpo percibe la dieta como un peligro para tu supervivencia y enlentece tu metabolismo, o tu motor vital para funcionar y sobrevivir quemando menos calorías.
Resumiendo: tu cuerpo se prepara para sobrevivir en una hambruna.
Y cuanto menos comes… más ahorras y menos calorías gastas.
Y si estás pensando: ¿cómo puede ser esto?, te pongo unos ejemplos que te van a ayudar a entender.
Si de pronto comes menos calorías…
Tu cuerpo bajará su temperatura como medio o un grado, y vas a pasar más frío que antes.
Tus músculos se atrofiarán y vas a tener más cansancio.
Y vas a tener pensamientos tristes y hasta problemas para concentrarte porque es lo que pasa cuando nuestro cerebro ahorra.
Y además de todas estas molestias, también están los antojos de comida que te van a abordar en todo momento.
Para que lo veas claro, fíjate en estas gráficas:
Antes de la dieta tenías este balance energético, donde metías más calorías de las que gastabas:
Y quieres conseguir este otro con la dieta. En el que vas a gastar más de lo que comes, y espera bajar muchísimo:
Pero te equivocas. Tu cuerpo enseguida empezará a ahorrar y a ahorrar.
Y pronto pasarás a este otro balance energético, donde comes menos, pero también gastas mucho menos.
Y por eso no estás perdiendo tanto y pasando frío, cansancio, pensamientos tristes, antojos de comida, hambre…
¿Qué ha ocurrido?
Pues que te has equivocado al dar por hecho que el gasto metabólico durante la dieta no iba a cambiar.
Ahora viene la segunda parte: cuando abandonas, recuperas rápido todos los kilos perdidos y puede que alguno más. ¿Por qué?
Porque tu cuerpo tiene inercia, y a pesar de que ya estás comiendo más, y sigue con un metabolismo lento y ahorrando calorías.
Eso se llama haber hecho resistencia metabólica.
Entonces, si vuelves a comer como antes, pero ahora estás gastando menos, vas a recuperar más kilos de los perdidos. Lógico ¿no?
Vamos otra vez con las gráficas.
Este era tu balance energético antes de empezar la dieta, donde comías más de lo que gastabas:
Y ahora, si has hecho resistencia metabólica, tienes este otro, en el que gastas menos aún:
Y como hay más diferencia entre las entradas y salidas de calorías, vas a recuperar más de lo perdido.
Y teniendo metabolismo lento que te da hambre frecuente, antojos, cansancio, frío y pensamientos tristes.
Y llegado este momento, una pregunta de cajón:
¿Qué puedes hacer para evitar la resistencia metabólica?
Pues muy fácil: no hagas una dieta comiendo menos porque puede salirte el tiro por la culata y acabar con más kilos.
Y ya te aviso que si eres mujer, mayor de 35- 40, no haces ejercicio habitual y tomas medicinas corrientes para la tensión, asma, nervios y muchas otras, eres especialmente propensa a hacer resistencia metabólica después de una dieta de batidos, o de tés de colores por ejemplo.
Y esto es todo lo que te quería decir de estas dietas comiendo pocas calorías.
Hazme caso.
Aténtamente
Doctora Maite.